Reseña del libro: Desahuciados: Poverty and Profit in the American City de Matthew Desmond

12 de febrero de 2019

por Leslie Wallin, abogada supervisora y coordinadora de voluntarios, CARPLS

NOTA: Las opiniones expresadas aquí son las del autor y no representan ni reflejan necesariamente las opiniones de CARPLS en su conjunto.

Desahuciado es un libro importante para cualquiera que quiera aprender sobre la pobreza en Estados Unidos. Lo sé: viniendo de un abogado, "importante" es sinónimo de "prolijo y aburrido". Aquí no, lo prometo.

*Gracias a la Chicago Bar Foundation por la foto.

El sociólogo Matthew Desmond sigue a ocho familias, blancas y negras, con hijos y sin ellos, atrapadas en el sistema de desahucios de Milwaukee desde mayo de 2008 hasta diciembre de 2009. Sus historias son complejas, y es imposible descartarlas.

Descubrimos que algunas de las acciones más inocentes -tirar una bola de nieve, llamar al 911 porque su hijo tiene un ataque de asma, jugar a las cartas- pueden tener consecuencias nefastas.

Desmond argumenta que un hogar estable es la base de nuestro país - porque ¿cómo se puede tener vida, libertad y búsqueda de la felicidad si no se tiene un hogar? Sostiene que la inestabilidad de la vivienda forma parte de una larga espiral de inestabilidad social. Los desahucios provocan inestabilidad laboral. El estrés de la situación puede ser abrumador y causar bajo rendimiento en el trabajo. Hay que faltar al trabajo para acudir al juzgado y durante la mudanza. A menudo, el inquilino debe trasladarse a una vivienda más alejada del trabajo, lo que provoca más retrasos o faltas al trabajo. Por lo tanto, aunque no tener trabajo ni ingresos suele ser la causa de los desahucios, éstos también pueden provocar la pérdida del empleo. Lo que puede provocar otro desahucio.

La desposesión forzosa y las malas condiciones de vida también causan o agravan los problemas de salud. Una situación de vivienda inestable puede provocar ansiedad y depresión, tanto en los padres como en los hijos. Si los niños no tienen una escolarización estable, pueden tener problemas de comportamiento y repercutir negativamente en la calidad de su educación. Y no tener una dirección estable puede hacer que no se reciban las notificaciones y que se descalifique o retrase la percepción de prestaciones. Lo que puede llevar a otro desahucio.

Los desahucios también provocan inestabilidad en la comunidad. Un desahucio, dice Desmond, puede desestabilizar tanto el barrio del que se expulsa a la persona como el barrio al que se ve obligada a ir. Cuando una persona planea quedarse en un apartamento, hace una inversión en el barrio. Desmond señala que cuando los vecinos confían los unos en los otros y se comprometen a mejorar el barrio, esos barrios tienen índices de delincuencia más bajos.

Una persona desahuciada, en cambio, suele verse obligada a conformarse con un apartamento de calidad inferior en un bloque más peligroso. El inquilino planea abandonar el entorno no deseado lo antes posible, por lo que nunca hace una inversión en el nuevo barrio, aunque, por circunstancias financieras o de otro tipo, su mudanza prevista nunca llegue a producirse.

A través de esta espiral de desestabilización personal y comunitaria, dice Desmond, "el desahucio no deja caer simplemente a las familias pobres en un valle oscuro, un desvío difícil pero relativamente breve en el viaje de la vida. Fundamentalmente redirige su camino, lanzándolas a una senda diferente y mucho más difícil". El desahucio es una causa, no sólo una condición, de la pobreza."

El epílogo de Desahuciado se titula Hogar y esperanza. Esperanza, porque Desmond cree que el problema de la vivienda asequible puede resolverse si como país reconocemos la vivienda como una necesidad humana fundamental, como las escuelas públicas gratuitas, la asistencia alimentaria y la seguridad social. Su solución a largo plazo es la creación de un programa universal de vales de vivienda. De forma más inmediata, para hacer frente a las desigualdades del sistema actual, Desmond aboga por la asistencia jurídica civil a los inquilinos en los tribunales de desahucio.

En la situación actual de Illinois, los defensores de la vivienda instan a que se establezca una asistencia jurídica civil para los inquilinos. En Illinois, 81% de los propietarios están representados por un abogado, mientras que sólo 12% de los inquilinos lo están (Prejudicados, marzo de 2018). Los juicios de desahucio suelen durar menos de cinco minutos. Y aunque la ley de Chicago otorga a los inquilinos ciertos derechos -como el de pagar las reparaciones y deducir el importe de las mismas del alquiler-, existen estrictos requisitos de notificación por escrito que la mayoría de los inquilinos desconocen. Por lo tanto, incluso cuando hay pruebas convincentes de condiciones deficientes, los inquilinos pro se pueden tener derechos, pero no hay manera de presentarlos.

Los defensores también respaldan un proyecto de ley (HB 4760) que obligaría a los tribunales a sellar los casos de desahucio hasta que se dicte sentencia firme. Esto se debe a que los futuros propietarios descalifican rutinariamente a un inquilino si ha habido un caso de desalojo presentado - incluso cuando el caso ha sido desestimado. De los 105,272 casos de desalojo residencial completados en el Condado de Cook de 2014 a 2017, solo 61% terminaron con un fallo de desalojo a favor del propietario (Prejudicados, marzo de 2018). Esto significa que hay literalmente decenas de miles de inquilinos injustamente excluidos de la mayoría de las viviendas en nuestra área del Condado de Cook. Esto podría remediarse, en gran parte, permitiendo el acceso público sólo a aquellos casos de desahucio que se decidan en contra del inquilino, y proporcionando asistencia jurídica civil a los inquilinos en casos de desahucio.

Parte de nuestra misión en CARPLS es educar a los inquilinos sobre sus derechos y cómo hacerlos valer. Cuando es posible, remitimos a los inquilinos a abogados de asistencia jurídica para que les representen ante el tribunal de desahucios. Sin embargo, el número de litigantes auto-representados sigue aumentando, lo que ejerce presión sobre un sistema judicial ya sobrecargado. Este libro es una buena representación de esta dinámica.

Desahuciado es fascinante, angustiosa, desgarradora e importante.

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